Séptima Papeleta


El asesinato de Luis Carlos Galán por parte de Pablo Escobar revivió los animos de una generación estudiantil que estaba dormida, no era sólo falta de iniciativa: eran años difíciles para ser joven. La infancia feliz de unos años 70 prósperos y en relativa paz se estrelló contra una violencia que tocaba a todos directamente. Además del peso de esos hechos, desde 1985, cuando ardió el Palacio de Justicia, era difícil imaginarse un país posible con espacio para todos. De muchas formas se estaba apenas barriendo las cenizas del Palacio; esperando que se enfriaran los escombros, que dejaran de humear. Y para la mayoría de los estudiantes no había sueño que reemplazara la utopía de la generación anterior. Los títulos de los libros más importantes sobre la década de los ochenta eran la confirmación de la desesperanza: Al filo del caos, por ejemplo, Al borde del abismo e, incluso, En qué momento se jodió Colombia.

Miles de estudiantes de universidades y colegios de las grandes ciudades del país marcharon unidos; se pusieron jeans y la camiseta blanca para pedir el voto por la séptima papeleta en las elecciones de marzo, escrito si era el caso, a mano. Y luego siguieron marchando, haciendo rifas y tómbolas y reuniones para promover que de nuevo se votara por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en mayo, alimentando la pasión por una idea que ese año y el siguiente consumió al país: la idea de que con una reforma constitucional sí "habría futuro" como prometía Gaviria, o que la constituyente era "el camino" que nos sacaría de la desesperanza.

La marcha del silencio por un grupo de estudiantes de diferentes universidades dio origen a muchas reuniones para efectuar un nuevo pacto social. Fueron numerosas las reuniones que se efectuaron por estos jóvenes líderes quienes preocupados por la situación de su país buscaban alternativas de solución a la crisis de violencia en Colombia por el accionar de los participantes en el conflicto armado colombiano y narcoterroristas auspiciados principalmente por Pablo Escobar y el Cartel de Medellín.



El Movimiento de la Séptima papeleta fueron unos Grupos de estudiantes de universidades públicas y privadas lideradas por Alfonso López Michelsen, Fernando Carrillo Flórez, Alfonso Parra, Oscar Ortiz, Wilson Abraham García.,3 Cesar Torres, Carlos Arturo Cuadros, Carlos Felipe Vargas Huelgos, José Rory Forero, Claudia López, Fabio Villa, Alejandra Barrios; Ximena Palau, Pedro Viveros, Diego López, Carlos Caicedo, Oscar Guardiola, Mauricio Forero, Catalina Botero, Mateo Osorio Espinosa, Miguel Ángel Moreno, Jesús Francisco Arteaga, entre otros, quienes promovieron la introducción de una papeleta electoral adicional a las seis oficiales, en las elecciones de marzo de 1990, a fin de promover la convocatoria de una Asamblea Constituyente en Colombia.
[editar]Proceso constituyente

Este movimiento fue impulsado por un grupo de estudiantes universitarios que querían cambiar las reformas de la constitución de 1886.

En diciembre de 1989, el gobierno del presidente Virgilio Barco se propuso convocar a un "Referendo extraordinario por la paz y la democracia", durante el trámite de la reforma constitucional proyectada para el 21 de enero de 1990 para consolidar los acuerdos de paz con la guerrilla del Movimiento 19 de abril (M-19). Debido a la presión violenta del narcotráfico, especialmente por "Los Extraditables" se quiso aprovechar la consulta con el pueblo para que se pronunciara también sobre la extradición, lo que causó que el gobierno desistiera de la totalidad del proyecto.4

En 1990, los estudiantes de varias universidades de Colombia impulsaron la inclusión de una "séptima papeleta" en los comicios del 11 de marzo de 1990 para apoyar la convocatoria a una asamblea constituyente. Este tipo de reforma constitucional no estaba autorizado en la Constitución de 1886, estipulado en el Artículo 13 del plebiscito de1957. La consulta arrojó cerca de 2 millones de votos y provocó una situación de facto que el gobierno implementó por decreto 927 de 1990 y se facultó a la Organización Electoral para contabilizar los votos que se depositaran en las elecciones presidenciales del 27 de mayo de 1990.4

La puesta en marcha de una democracia participativa fue uno de los ejes centrales del proceso constituyente. Los jóvenes del movimiento estudiantil empezaron a salir y competir por integrar la Asamblea Nacional Constituyente promovida por ellos mismos.

Los que primero se lanzaron a la palestra política fueron los jovenes estudiantes Wilson Abraham García y Carlos Felipe Vargas Huelgos, quienes contaron con el respaldo inicial de 12 centros de educación de Colombia, pero en el congreso de estudiantes de Medellín (Colombia) no se llegó a un acuerdo definitivo y se convocó a otro Congreso de estudiantes en Manizales (Colombia), en el cual se definió el nombre de Fernando Carrillo Flórez, como candidato a la Asamblea Nacional Constituyente, quien para la época era asesor del Presidente de la república para este tema.

 
Éste video hace parte de unos casos estudiados para la clase de "Representación Política y Sistemas de Representación" de la Universidad ICESI dirigida por el profesor Orlando J. Trujillo.

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